¿Community… qué?

Esta es la cuestión que tengo que escuchar a menudo (quizá más de lo que cabría esperar) cuando alguien me pregunta a qué me dedico. «Gestiono Redes Sociales de empresas», suele ser mi respuesta corta. El problema de la respuesta corta es que a veces da lugar a otra pregunta sin desperdicio: «¿Y eso es lo único que haces todo el día?».

Lo curioso es que quienes reaccionan así son usuarios de Redes Sociales, preguntan en Facebook a su marca de coches por las prestaciones del último modelo del mercado, dan ‘Me gusta’ en Instagram a la oferta de Black Friday de la tienda donde van a comprar la ropa o retwittean el último anuncio del programa de televisión al que siguen, sin ser conscientes del trabajo que hay detrás.

Y es que para muchos puede parecer sencillo: actualizo el perfil, publico un post, contesto preguntas (si las hay), y a fichar. Pero lo cierto es que el trabajo de un community manager va mucho más allá. En sus manos está la reputación digital de la empresa. De él depende poner en práctica correctamente la estrategia online corporativa, potenciar sus puntos fuertes, escuchar y responder adecuadamente a su público, analizar a la competencia, monitorizar las acciones, y, en definitiva, comunicar y hacer que el cliente se sienta parte activa de la empresa.

Pero como hay ya poco que no esté escrito para definir la figura del community manager, comparto esta definición de la Asociación Española de Responsables de Comunidad y Profesionales de Social Media (AERCO), a mi juicio de las más completas que hay:

«Un Community Manager es aquella persona encargada/responsable de sostener, acrecentar y, en cierta forma, defender las relaciones de la empresa con sus clientes en el ámbito digital, gracias al conocimiento de las necesidades y los planteamientos estratégicos de la organización y los intereses de los clientes. Conoce los objetivos y actúa en consecuencia para conseguirlos. Muy genéricamente podríamos decir que un Community Manager es aquella persona que preserva la identidad digital de la compañía».

Visto así no parece tan sencillo, ¿verdad?.