¿Nunca habéis tenido en vuestro grupo de amigos alguien a quien siempre se le ocurren ideas nuevas y originales? Siempre pensamos que esa persona es súper creativa, pero lo que no sabemos es que nosotros también podemos serlo.
La creatividad es un músculo que se aloja en nuestro cerebro, una capacidad innata que vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida en mayor o menor grado. Aunque forma parte de nuestro ADN, como todo músculo, la creatividad hay que entrenarla.
Esta capacidad está estrechamente relacionada con la inteligencia y por supuesto depende de cómo se desarrolle desde que somos pequeños, manteniéndose incluso dormida en ciertas personas.
Como cualquier circunstancia en nuestra vida, esta habilidad no debe forzarse, debemos dejarla fluir, intentar no obsesionarnos con encontrar respuestas nuevas o soluciones originales a problemas. De esta manera sólo conseguiríamos bloquear nuestra mente y no avanzar en nuestros propósitos.
Actualmente, en un mundo en el que día a día se nos presentan situaciones cada vez más complejas y desafiantes, todo el mundo, ya sea a nivel personal o profesional, debe de tener la iniciativa de entrenar al máximo su creatividad para reaccionar con ideas nuevas, originales y sobre todo, diferenciadoras de los demás. Vivimos en una continua competición: competimos cuando terminamos nuestros estudios, cuando buscamos un empleo o una pareja, cuando realizamos cualquier tipo de competición deportiva, cuando presentamos proyectos en nuestro trabajo…Por lo tanto, debemos saber diferenciarnos y la creatividad es el arma más importante.
Algunos de los consejos para poder activar la creatividad son:
- Encontrar nuestra inspiración, la famosa “musa”. Cada persona encuentra su fuente de inspiración de manera diferente, bien sea escuchando música, saliendo a pasear, haciendo deporte…
- Desarrollar alguna actividad artística o consumir de ella. Ir al teatro, a conciertos, a museos, conocer nuevas obras de arte…de esta manera activaremos varios de nuestros sentidos y percibiremos diferentes estímulos.
- No centrarnos en preguntas fijas, sino hacernos varias preguntas a la vez, darles la vuelta, contestarlas de diferente forma…Recordad, la obsesión es nuestra peor enemiga.
- Dejar a un lado la lógica. ¿Quién ha dicho que la cordura sea la base de toda originalidad? ¡En un mundo de locos ser cuerdo es una locura!
Departamento Marketing