En la actualidad, con el avance que tenemos en las tecnologías, el sitio web es la cara más importante de una empresa, organismo o institución, por lo que tiene que reflejar lo mejor de estos de la mejor forma posible.
Para ello es fundamental que la información que se quiera transmitir sea clara, estructurada y atractiva para que el público pueda entenderla y sea atraído por ella en mayor o menor medida. Aquí es donde el diseño juega su papel.
No es lo mismo un sitio web donde la información se muestre clara, con imágenes llamativas y bien estructurada, que una web donde todo sea texto y el cliente se pierda a la hora de navegar de tal manera que se acabe aburriendo y la cierre, o donde todo sean imágenes escupidas en la pantalla donde el espectador no sepa donde acudir.
Por esto, es importantísimo el trabajo de un buen diseñador, y cuando digo “buen diseñador” no estoy hablando de alguien que sabe manejar photoshop y se descarga unas letras bonitas. Hablo de un diseñador estudiado y experimentado, que tenga en cuenta el carácter y el impacto visual que esa web quiere tener, a quién va dirigida y el fin de dicha web, y acorde con esto, maquetar la información, la gama de colores que debe llevar, la tipografías y el tipo de imagen que le conviene. Además del manejo de los programas de diseño y maquetación.
Muchas veces no se tiene en cuenta la imagen estética de un sitio web y se piensa que metiendo la información el público ya queda informado, y esto es un gran fallo porque el espectador no recibe la información de la misma manera. Tan importante es la imagen como la estructura.
La primera impresión de un sitio web puede determinar factores como credibilidad y grado de confianza, que son factores importantes para una empresa a la hora de captar clientes.
Una web cutre no da confianza o anticuada no da confianza porque esto refleja que la empresa no se interesa en actualizarse ella misma y si no mira por ella…
Personalmente, no veo útil que en una web haya que dar mil pasos antes de llegar a lo que voy buscando o que en una tienda online tenga 158584 páginas de productos con 10 productos cada una en los que tienes que ir página por página, que cuando vas por la quinta ya te has aburrido y has cerrado, o el simple hecho de estar comprando algo online sin ver imágenes, para mi parecer son detalles que frustran.
Si la mayoría de los sitios web tuvieran en cuenta el diseño apuesto que cumplirían 3 veces mejor su objetivo. A veces lo barato suele salir caro.
Departamento de Diseño