No nos damos cuenta de la evolución informática de nuestras vidas en tan poco espacio de tiempo hasta que una circunstancia, tan simple, como ver una foto de hace tan solo 15 años en el salón de casa nos hace que nos fijemos en el decorado, pasado de moda, que aparece en el fondo de la foto; y lo que más nos sorprende es aquel mueble donde estas apoyado y posando, señalando todo lo que deberías saber de las enciclopedias que llenan cada uno de los estantes que componen el mueble.
Es ahí cuando nos acordamos de aquellos libros que ocupaban espacios infinitos, a los que cada vez que queríamos consultar alguna cuestión planteada teníamos que dirigirnos por orden alfabético para dar con la clave, no sin antes darle vueltas al hecho de concretar una búsqueda, ya que había que precisarla en una sola palabra. Cuando la definición de aquella enciclopedia no nos valía, soñábamos en ese instante con ir a la biblioteca para resolver lo que nuestra enciclopedia no pudo. Ir a la biblioteca sería lo ideal, siempre y cuando estuviera a nuestra disposición 24 horas, pero lamentablemente aquello no era así, casi todas las bibliotecas tienen un horario establecido que nos impedía ir en cualquier momento; el trabajo de clase se quedaba incompleto hasta lograr resolver aquella cuestión.
Ahora, con tan solo 35×20 cm, que es lo que aproximadamente mide un ordenador, y gracias a Internet tenemos la información de aquella enciclopedia voluminosa que ocupaba gran parte de nuestro salón y además la biblioteca a nuestra disposición 24 horas. Pero ahí no queda la respuesta final, porque también podemos resolver la cuestión a través del debate, con millones de usuarios que participan en foros de infinitos temas, y la búsqueda se propone no solo con una palabra sino con una frase bien planteada.
Internet para los estudiantes hoy día es primordial, se les ha facilitado una herramienta que bien utilizada es muy útil para alcanzar sus objetivos con más rapidez que hace algo más de una década. Apuesto que si experimentamos con un estudiante actual, le planteamos un trabajo sobre un tema sencillo y le damos dos días de margen para su desarrollo, quitándole Internet y dejándolo en aquel salón de hace 15 años, el resultado del trabajo sería bueno, pero incompleto, y aseguro que la investigación realizada en una enciclopedia voluminosa solo le dejaría un concepto correcto, pero no completo.
Esto de Internet es una herramienta de doble filo, teniendo en cuenta que los conceptos están ahí en ese espacio tan reducido, solo hay que educar en cómo usar correctamente la herramienta para que valoremos que realmente hemos avanzado a pasos agigantados, porque en un espacio tan pequeño nos ha quedado la enciclopedia, la biblioteca y una enorme sala de debate para compartir opiniones con multitud de usuarios dispuestos a exponer sus criterios.
Estela Ávila